25 de noviembre de 2011

Guías para el uso de las redes sociales en las Administraciones Públicas: ¿y los empleados que?

El gobierno canadiense ha publicado recientemente el documento "Guidelines for external use of Web 2.0", guía diseñada para ofrecer orientación específica a los departamentos y servicios del gobierno de Canadá sobre el uso de herramientas 2.0.


Comparto la visión de Andrea Di Maio sobre el principal potencial de la Web 2.0 en las organizaciones: "El uso que de ella hacen sus empleados individuales" y no las organizaciones.

Para él el punto más interesante es el uso de las redes profesionales y personales.

Las directrices del gobierno canadiense no dicen nada acerca de cómo los empleados pueden aprovechar las herramientas de la web 2.0 para ser más eficaces y eficientes a la hora de realizar su trabajo.

Se anima a los departamentos a utilizar herramientas y servicios 2.0., como canal adicional eficiente y eficaz, para interactuar con los ciudadanos, pero no se dice si los empleados también han de ser animados a hacer lo mismo.

Como en otros aspectos, a la hora de abordar asuntos relacionados con la gestión interna de los recursos humanos, hacen referencia a los riesgos y obligaciones de usar estas herramientas, pero no indica nada acerca de animar, evaluar o premiar el uso de las herramientas 2.0. para mejorar las contribuciones individuales a los resultados del departamento.

Por otra parte David Eaves destaca que para ser un documento que se supone que debe animar a los trabajadores públicos a utilizar las redes sociales, parece que puede conseguir lo contrario, por ser demasiado largo y farragoso. Propone que en un sólo documento no deberían abordarse todos los usos de estos medios. Deberían separarse en dos documentos, uno para uso institucional y otro para uso personal, más pequeño, mas accesible y mucho menos "intimidante".

En su opinión es un esfuerzo loable, pero parece poco probable que este documento vaya a animar a los empleados públicos a utilizar las herramientas 2.0 en sus puestos de trabajo. Recomienda la lectura de "Policy No. 33: Use of Social Media in the B.C. Public Service".

Otros "peros" bastante razonables que encuentra Eaves:
  • Estas pautas son sugerencias, no obligaciones, no obligan a los departamentos a usarlas, simplemente sugieren y animan.
  • No se trata de comunicación, se trata de control, estas directrices tratan más de tener bajo control este tipo de comunicación que de otra cosa. Como dicen en un comentario al post: "lo que me parece más interesante es la paradoja que este paso hacia una estrategia digital progresista representa para un gobierno cuya política más amplia de comunicación se basa en los principios de la aversión al riesgo y el control centralizado".
Ambos artículos alaban el documento por todo lo que tiene de novedoso para un gobierno, pero nos alertan de su contenido, algo corto, sobre todo teniendo en cuanta las esperanzas depositadas por ambos autores en el potencial de la Web 2.0.

Por último destacar una reflexión que Di Maio hace casi al final de su entrada: "Una estrategia 2.0. es una falacia para la gran mayoría de las organizaciones gubernamentales. Estas herramientas se pueden utilizar tácticamente para hacer frente a eventos inesperados, o como herramienta de apoyo a una estrategia de negocio o una estrategia de comunicación. Pero siguen siendo medios, no un fin en sí mismos.

En España creo que no tenemos nada parecido a nivel del Estado, aunque sí a nivel autonómico (Guía de usos y estilo en las redes sociales de la Generalidad de Cataluña y Guía de usos y estilo en las redes sociales del Gobierno Vasco).

Todas las aportaciones son interesantes y nos ayudarán a encontrar un camino que todavía tenemos que descubrir el resto de Administraciones, por ello son bienvenidas las nuevas iniciativas, con sus críticas y alabanzas. Pero esperemos que dediquen más espacio a los que serán los verdaderos usuarios de estos documentos, herramientas, servicios y políticas.