15 de febrero de 2010

La inamovilidad de los funcionarios

Creo que más que acabar con la inamovilidad de los funcionarios, como se discute en el post de k-government, a raiz del artículo del sábado en El País, habría que acabar con la escasa productividad de algunas administraciones públicas, o sectores de ellas.

Algo que efectivamente la clase política no está dispuesta a acometer, por muy diversas razones, la más probable quizás sea por no complicarse la vida, claro está con el consentimiento de los jefes de servicio, que en la mayoría de los casos se dedican a poner buena cara. Aunque también puede ser que tengan miedo de establecer mecanismos de control transparentes, ya que ellos mismos son parte del problema y de la solución. Y me refiero a ambos, funcionarios y políticos.

Que la falta de productividad de los trabajadores públicos es un hecho no lo tengo tan claro. Nunca me han gustado las generalizaciones. Es como decir que la corrupción de los políticos es un hecho, o la mentalidad esclavizadora y opresora del empresariado. Hay de todo.

Que en tiempos de crisis como los que corren el trabajo fijo del funcionario es envidiable sí que es un hecho, pero no podemos seguir apelando al mal de muchos consuelo de tontos. Ahora, esto no implica que no esté totalmente de acuerdo con articular mecanismos que incrementen la productividad, y si un funcionario no va a trabajar un día injustificadamente que se le descuente del sueldo, además de la correspondiente sanción administrativa si el caso se repite.

Que funcionarios hay muchos y de muchas clases creo que no tiene discusión. Que funcionarios son policías, profesores, médicos, enfermer@s, jueces, auxiliares administrativos de la administración local, inspectores de hacienda, técnicos, informáticos… que todos deban ser funcionarios no lo creo, y que sobren de todos tampoco. Pero de nuevo salta la pregunta: ¿Quién le pone el cascabel al gato?

8 comentarios:

  1. ¡¡que razón tienes amigo mío!!

    ResponderEliminar
  2. Antonio como dices no todo es de un color o de otro. No se puede entrar en la generalización y desde luego la cuestión es ¿quién le pone el cascabel al gato?

    Saludos,

    ResponderEliminar
  3. Mira si el asunto es peliagudo que, después de leer el artículo de El País, iba yo todo contento a decir la mía, pero, por temor reverencial, me he rajado. Habrá que crear un grupo en FB de "Ponedores de cascabeles al gato funcionarial" y a ver cuántos se apuntan.
    Gran post
    Amedeo Maturo
    P.S. Lo de Anónimo es porque no me reconoce la cuenta de Wordpress

    ResponderEliminar
  4. Hola,
    A mi criterio, Antonio, si que es necesaria una redistribución. Totalmente de acuerdo contigo.

    Nunca he tenido la sensación, desde dentro de la Administración Local, para la que trabajo, que sobren emplead@s, funcionari@s o no, (como ya sabeis en la Admon. hay muchos tipos de relaciones jurídicas entre la empresa y sus emplead@s, generalizamos siempre cuando hablamos de funcionarios).

    Creo que el análisis de las plantillas y las relaciones de puestos de trabajo son herramientas que ya hace años se utilizan en la gestión de RH y además, bien, es decir, que sirven para ajustar al máximo las ratios emplead@-servicio.

    Dónde seguramente nos queda mucho por hacer es en la priorización de los servicios. Determinar que servicios son los preferentes y merecen por tanto de una dotación mayor de empleados, tiene que ser un objetivo principal de las empresas públicas.

    Esto tiene que ver directamente con la necesidad de una asignación flexible de efectivos, que para ello tendrian que ser movibles... no sé si me explico...

    Dificil? si. Posible? y que no lo és!

    ResponderEliminar
  5. En general, bastante de acuerdo con la postura mostrada en estas líneas.

    Además, creo que para hablar de determinados temas deberíamos esperar a que pasaran los tiempos de crisis en el mercado laboral y volvieran a soplar vientos favorables en el estado de las finanzas públicas y de las cifras macroeconómicas.

    Hablar ahora de la inamovilidad de los funcionarios es como sacar a la palestra el tema de la cadena perpetua cada vez que un delito conmociona la opinión pública y nos arriesgamos a dejarnos llevar por apreciaciones sesgadas en exceso por la situación coyuntural de elevadas tasas de desempleo.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  6. Perri: Ya conoces nuestra querida administración local...

    Carlos: Como en el cuento de momento sólo tenemos la pregunta, veremos quien es el primero en lanzarse con la solución.

    Amedeo: Apuntarse al grupo de FB seguro que muchos, pero atreverse en serio pocos :)

    Montse: Muy interesante lo que comentas sobre el análisis de las plantillas y las relaciones de puestos de trabajo, podría ser un comienzo, pero ya conoces, respecto a la priorización de los servicios, la ambición de ciertos servicios por destacar por encima de los demás, sobre todo en recursos, que no en eficiencia.

    wir3dlata: Completamente de acuerdo, ésta es una mala época para tomar decisiones. En el mismo artículo de El País alguien decia que cuando la administración pública no puede mantenerse debe eliminar servicios y puestos de trabajo como en la empresa privada, y tampoco es eso.

    A todos gracias por vuestros comentarios y un saludo

    ResponderEliminar
  7. Me carga la mentalidad funcionaria,que lo único que valora es la estabilidad laboral a pesar de la ineficiencia e improductividad

    ResponderEliminar
  8. Jose Luis, creo que todos los trabajadores, incluidos los funcionarios valoran su estabilidad laboral, por encima de todo diría yo. Ello no implica que, como digo en el post, se usen los controles que ya hay establecidos para corregir los abusos, repito esas medidas ya existen, pero no se aplican. Eso en cuanto al empleado público individualmente. Ahora conseguir una administración más eficiente y productiva cre que es más complicado que eso.

    Un saludo.

    ResponderEliminar